Los Boateng: dos hermanos, dos países y un mismo objetivo
Varios son los ejemplos de hermanos que han participado juntos en una Copa Mundial de la FIFA™. Los primeros en hacerlo fueron los argentinos Mario y Juan Evaristo, y los mexicanos Manuel y Felipe Rosas, y Rafael y Francisco Gutiérrez, todos ellos en la edición inaugural de la competición, disputada en 1930 en Uruguay. De entre los que llegaron más adelante cabe destacar a Fritz y Ottmar Walter, que condujeron a Alemania a su primer título mundialista en Suiza 1954; a Jack y Bobby Charlton, que conquistaron juntos el trofeo en 1966; y a Robert y Niko Kovac, quienes, tras defender juntos la camiseta de su país en la Copa Mundial de 2002, forman ahora la dupla de seleccionadores con la que Croacia llega Brasil 2014.
Menos habitual, en cambio, es que dos hermanos jueguen en selecciones distintas. Los libros de historia señalan a los escoceses John y Archie Goodall como los primeros que jugaron en combinados nacionales diferentes. Curiosamente, ninguno representó a su país natal: John decidió ser internacional con Inglaterra, mientras que su hermano Archie se decantó por los colores de la selección norirlandesa. Ha habido otros casos: Massimiliano y Christian Vieri (Australia e Italia, respectivamente), y también Paul Pogba (Francia) y sus hermanos Florentin y Mathias (Guinea). Sin embargo, ninguna de estas parejas llegó nunca a encontrarse frente a frente durante un Mundial.
De ahí que la historia de Kevin-Prince y Jerome Boateng resulte tan interesante. El 23 de junio de 2010 se vieron las caras durante la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010™. Jerome defendía la camiseta de la selección alemana y Kevin-Prince la de Ghana. Aquel partido pasó a la historia y terminó con victoria de Alemania por 1-0.
Reedición del duelo en Brasil
Ahora, el destino ha querido que aquel acontecimiento se repita durante Brasil 2014. En la segunda jornada del Grupo G, que se disputará el día 21 de junio en Fortaleza, Alemania y Ghana volverán a encontrarse sobre el terreno de juego. Los hermanos se preparan actualmente con sus respectivas selecciones para su segunda participación en una Copa Mundial de la FIFA™ y hablaron con FIFA.com de este nuevo duelo "fraticida".
"Me alegro mucho de que llegue el partido, y también de que los dos hermanos Boateng estén sobre el terreno de juego", señaló Kevin-Prince, de 27 años de edad. "Evidentemente, resulta muy especial cruzarte con tu hermano en un Mundial. Y ya van dos veces. Las ganas de disputar el torneo son muchas de por sí, pero ese momento va a ser muy especial para los dos ", añadió Jerome.
Uno y otro comparten padre, de nacionalidad ghanesa, y se criaron juntos en Berlín pese a ser hijos de madres distintas. Allí fueron también formándose en las categorías inferiores del Hertha BSC.
Jerome, de 25 años, recuerda con cariño aquella época: "No se me olvidarán nunca las veces que fuimos juntos a un torneo, o cuando fuimos campeones de Alemania. Y siempre que a uno de nosotros le hacían falta, el otro iba corriendo de inmediato a protegerlo".
Tras la época berlinesa, sus caminos se separaron. Kevin-Prince, que por lo general juega por detrás de los arietes o directamente en punta, pasó por el Tottenham Hotspur y el AC Milan antes de fichar por el Schalke 04 y regresar a la Bundesliga. Jerome, por su parte, prefiere ubicarse en el centro de la defensa, aunque su polivalencia le permite ocupar ambos laterales; su carrera lo ha llevado a jugar con el Hamburger SV y el Manchester City, y ahora con el Bayern de Múnich, donde contribuyó en buena medida a la conquista del triplete en 2013 y a hacerse con el título de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2013.
Sentimientos encontrados en la familia
Uno y otro se han enfrentado en diferentes ocasiones con sus respectivos clubes, y ahora llega por segunda vez un duelo internacional. Al ocupar posiciones casi opuestas en la cancha, no es descabellado pensar que lleguen a encontrarse cara a cara sobre el terreno de juego, y ese posible duelo genera sensaciones encontradas en el seno de la familia Boateng.
Mientras su padre proclama su neutralidad y desea suerte a ambos por igual, las madres, según Jerome, se decantan por sus respectivos retoños. En general, sin embargo, la familia espera "que gane el mejor. Ya fue así en Sudáfrica 2010". Kevin-Prince lo corrobora y añade: "Para nuestros padres, lo importante no es quién gana al final. Les interesa más que demos lo mejor de nosotros, que no nos lesionemos y que tras el partido estemos contentos con nuestro rendimiento personal".
Hasta ahora, el menor de los hermanos tiene más motivos para sentirse contento, ya que la mayoría de enfrentamientos entre ambos se han decantado del lado del equipo de Jerome. Pero la rivalidad entre ambos no se limita al terreno de juego, sino que se extiende a otras muchas disciplinas. Cuando se le pregunta si hay algo más en lo que le tenga tomada la medida a Kevin-Prince, el mayor, el campeón de liga alemana de 2013 y 2014 responde sonriente: "En alguna que otra cosa. Baloncesto, tenis de mesa, tenis… Eso es lo que se me ocurre a bote pronto. Y con la Play Station sigo siendo mejor".
El zaguero ambidiestro está convencido de que su hermano tendrá un papel determinante en Brasil y no escatima elogios: "No le tiene miedo a nada, y durante el partido irradia confianza en sí mismo. Tira adelante incluso cuando las cosas no salen bien. Y tras experiencias negativas mantiene siempre una actitud positiva". En Sudáfrica ya dio sobradas muestras de carácter, y por eso Jerome considera a Kevin-Prince uno de los líderes del equipo ghanés, junto a Michael Essien.
Jerome ve en a los ghaneses un "equipo peligroso" y los cree capaces de realizar un buen Mundial. Kevin-Prince se hace eco de estas palabras y va incluso más allá. Para él, su equipo es ahora más fuerte que en 2010 y tiene "la oportunidad de llegar lejos".
Enorme respeto mutuo
Al mismo tiempo, Kevin-Prince tiene palabras de respeto y ánimo para el equipo de su hermano. "También creo que la selección alemana puede llegar lejos. Me gusta mucho ver los partidos de Alemania. En todas líneas tienen jugadores de primera categoría, con una clase excepcional". Jerome está igualmente convencido de las opciones de su equipo y de la calidad de sus compañeros. Ahora ese "magnífico equipo" tiene que esforzarse por "ofrecer el máximo rendimiento posible en cada partido" para materializar su enorme potencial.
Impulsado por la confianza ganada en los últimos años a fuerza de títulos con el Bayern de Múnich, Jerome expone sus ambiciosos planes para Brasil: "Espero que lleguemos a la final, y que, una vez en ella, seamos capaces de triunfar".
En la cancha, la rivalidad fraternal será inevitable. En 2010, Kevin-Prince declaraba a preguntas de FIFA.com: "A los seguidores de Ghana les prometo que haré lo que haga falta para vencer, tanto si es frente a mi hermano como frente a mi padre o mi madre".
Antes que rivales, sin embargo, siguen siendo hermanos, y ambos disfrutarían viendo triunfar al otro, como subrayó Kevin-Prince al cierre de la entrevista: "Evidentemente, me alegraré de que ambas selecciones lleguen lejos en el torneo".
Tanto da hasta dónde lleguen uno y otro, o cuántos partidos consigan disputar en Brasil 2014: en la segunda jornada de la fase de grupos les espera un encuentro que nunca olvidarán.