El desenlace de una Copa Mundial de la FIFA™ que nos ha deparado numerosas sorpresas y revelaciones será, paradójicamente, un clásico entre dos excampeones del mundo: Alemania (con tres trofeos) y Argentina (dos), que se cruzan por tercera vez en un choque por el título mundialista.
Asistiremos así a una reedición de las finales de 1986, cuando la Albiceleste se impuso en México (3-2) para conquistar su último título, y de 1990, año en que triunfó Alemania (1-0) en Roma, y alzó asimismo su último trofeo. Únicamente Brasil e Italia se han enfrentado también dos veces en la final, en 1970 y 1994.
Alemania disputará igualmente su octava final mundialista, un récord absoluto, y tratará de convertirse en la primera nación europea que gana en Sudamérica, algo que logró, en sentido inverso, Brasil en Suecia 1958.
Los hombres de Joachim Loew acuden a este duelo habiendo atesorado un considerable capital de confianza. Ofrecieron una increíble impresión de facilidad, potencia y acierto en la semifinal contra Brasil (7-1), y han dispuesto de 24 horas de descanso más que sus adversarios, que además tuvieron que jugar la prórroga. Su esquema se basa también en la estructura del Bayern Múnich, con seis jugadores del equipo bávaro en cada partido, lo que asegura una compenetración que a menudo marca diferencias.
Sin embargo, los argentinos cuentan con nada menos que Lionel Messi. Algunos consideran que no está rindiendo a la altura de su potencial habitual, pero aun así es el único futbolista que ha marcado más de una vez desde fuera del área (3), el que más regates con éxito ha efectuado (82) y el único elegido en cuatro ocasiones Jugador del Partido Budweiser. Argentina también tiene a Javier Mascherano, autor de 552 pases, un auténtico guerrero capaz de mover montañas y motivar a sus compañeros, como al guardameta Sergio Romero antes de la tanda de penales ante los Países Bajos.
La agenda del domingo 13 de julio
Alemania-Argentina, estadio de Maracaná, Río de Janeiro, 16:00, hora local
¿Sabías que…?
Una tripleta: si Alemania gana, Europa sería la primera confederación que consigue tres Mundiales consecutivos, tras las victorias de Italia en 2006 y España en 2010. Antes de la final de este 13 de julio, la UEFA suma diez triunfos, por nueve de la CONMEBOL.
Experiencia: en caso de triunfo, Argentina pasaría a ser el equipo de mayor edad que gana la Copa Mundial de la FIFA. La media de los 23 futbolistas argentinos el día del saque inicial del torneo, el pasado 12 de junio, era de 28 años y 336 días. El récord actual corresponde desde 2006 a Italia, con una media de 28 años y 262 días.
Jugar en casa no es suficiente: por cuarto Mundial consecutivo, el campeón no será el país organizador. En 19 ediciones del certamen, solamente seis países se han beneficiado de la ventaja de actuar ante su público: Uruguay (1930), Italia (1934), Inglaterra (1966), Alemania (1974), Argentina (1978) y Francia (1998). Brasil y México, en cambio, son las únicas selecciones que han fracasado dos veces en casa.
Trece con diez: el alemán Thomas Mueller se ha convertido en el 13er jugador que marca al menos diez goles en la fase final de un Mundial, al igual que cuatro de sus compatriotas, Helmuth Rahn (10), Gerd Mueller (14), Juergen Klinsmann (11) y el poseedor del récord, Miroslav Klose (16). Esto explica que Alemania sea ahora el equipo que más dianas ha anotado en el Mundial (223), por delante de… Brasil (221).
Jugadores suspendidos
Ninguno
Un día como hoy…
El 13 de julio de 1930, a las 15:00, hora local, mientras caían algunos copos de nieve, se disputaban en Uruguay los dos primeros partidos de la historia de la Copa Mundial de la FIFA. En el pequeño Estadio Pocitos de Montevideo (5.000 localidades), Francia se medía con México, y al otro lado de la capital uruguaya, en el Gran Parque Central (23.500), Estados Unidos hacía lo propio ante Bélgica. En el minuto 19 de juego, el francés Lucien Laurent se convertía en el primer goleador oficial de la historia del torneo, al aprovechar de volea un centro de Ernest Libérati, el primer asistente. Francia terminó ganando 4-1, y Estados Unidos 3-0. En la final, Uruguay venció 4-2 a Argentina.